Mujer-poiesis, que su cuerpo se descompone al compás tortuoso del tiempo, del avance de mis fétidas palabras en el papel (cuando las suyas, eternas e inmaculadas). Bajo su nombre me escondo, porque es ella quien entera es verso, es contenido. A mí sólo me resta la forma, vacía, su más humano y último rasgo, el polvo.
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2 comentarios:
q triste el escritor
y si...
uno está muerto,
y el otro nunca nació
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