
Los dos se cruzaron,
se acariciaron,
sus cuerpos se saludaron,
se degustaron mutuamente,
se salivaron con lenguas impertinentes,
curiosas vibraciones se sucedían,
el punto de ebullición parecía cercano,
sin embargo el miedo los invadió,
viejos fantasmas emergían de las sábanas,
el demonio de la ilusión de perfección los acosaba,
se despegaron,
se alejaron rodando por el colchón,
sólo suaves caricias quedaron.
F. Frenquelli (poeta finlandés)

1 comentario:
pfffff aleee!
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