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Sin título . Jesi Castellano

De pronto estremeciose; un pensamiento, el de la noche anterior, volvió a cruzar por su imaginación. Pero no se había estremecido por eso de que se le hubiese ocurrido aquella idea. Porque sabía, presentía que infaliblemente había de ocurrírsele, y la aguardaba; además, que aquella idea no databa de la noche antes. Pero había esta diferencia: que un mes anterior y hasta la noche antes misma era tan solo un desvarío, mientras que ahora… ahora surgía no como un desvarío; sino como una apariencia nueva, en cierto modo amenazante, y en absoluto desconocida, y así mismo lo reconocía él… Afluyó la sangre a su cabeza y se le nublaron los ojos. F.M.D.